“Todo amor tiene su propia fuerza y, cuando está en un corazón enamorado, no puede permanecer inactivo: necesariamente empuja a la acción”
Com. Al Salm. 121,1
En esta maravillosa etapa de formación tenemos como objetivo principal conocer más de cerca la vida religiosa agustiniana y dar nuestros primeros pasos como frailes en nuestro proceso de configuración con Cristo, para profesar, finalizado el año, nuestros votos de pobreza, castidad y obediencia.
Es un tiempo propicio para potencializar nuestros dones y talentos, y descubrir los que aún están ocultos para ponerlos al servicio de nuestros hermanos.
El Señor en su evangelio nos hace una bella exhortación, “Sed luz del mundo”, y nosotros como frailes-novicios, buscamos desde el espíritu mismo de nuestro carisma compartir el calor y brillo que resulta de nuestra vida comunitaria, esto se hace palpable en tres aspectos concretos: Nuestra relación con los hermanos, compartiendo el don maravilloso de la vocación religiosa. Colaboramos en el Santuario los domingos en las Eucaristías, en tres oficios concretos: Distribución de la Sagrada Comunión, recolección de ofrenda y rezo del santo rosario. Acompañamos el proceso de catequesis para los sacramentos de la comunión y confirmación en las veredas de
Bojacá: el Chilcal, Roble Hueco, Santa Bárbara y Barro Blanco.
Fray Alejandro Giraldo Roldán, O.S.A
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