El peregrinar del cristiano, es necesariamente un camino de crucifixión y resurrección, ofrecer en oblación nuestra propia humanidad para transformar la esclavitud de los gustos y apegos que nos entristecen en plena libertad y alegría, es este el designio amoroso del Creador al enviarnos a su Hijo único al mundo como modelo de santidad y perfección.
Nuestro Padre San Agustín nos lo explica pedagógicamente de la siguiente manera: “Imiten a la hormiga. Sean hormigas de Dios. Llenen su despensa interior de víveres durante los días felices del verano y así podrán afrontar los días difíciles de la tentación durante los inviernos de su alma” San Agustín - Serm. 38,4, 6.
En esta edición del Boletín del noviciado, compartiremos la historia personal de cada uno de los hermanos novicios, la configuración Cristiana (el morir para resucitar) que por medio de la formación vamos construyendo y con ésta las grandes alegrías que nos motivan a continuar en esta escuela condiscipular según el modelo Agustino.
En unidad de almas y Corazones
Fray. Alejandro Giraldo Roldán, O.S.A
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